Todos hemos oído hablar de marketing alguna vez. Y, conscientes o inconscientes, todos somos objetivos de él. Hace unos años, la mayor parte del marketing estaba orientada a la publicidad. Pero esto ha cambiado mucho, y actualmente el marketing está tan enfocado a conocer al cliente, sus gustos, necesidades,… como a participar en el diseño y desarrollo de los productos y hacérselos llegar.
El marketing se encarga de investigar qué necesidades tenemos y ofrecérnoslas. De una forma académica podemos definirlo como “el conjunto de actividades encaminadas a planear, fijar precios, promover y distribuir productos y servicios que satisfacen las necesidades de los consumidores potenciales".
Para entendernos mejor, el Marketing es tener el producto adecuado, en el momento adecuado, en el sitio adecuado y con el precio adecuado. De una forma muy básica, podemos decir que el objetivo es vender, y sólo conseguiremos hacerlo si sabemos qué necesita el cliente, le ofrecemos un producto con calidad, en el momento que lo necesita y a un precio que pueda pagar.
Una de las bases empresariales es pensar a largo plazo. De nada nos vale vender hoy miles de productos si a partir de mañana nadie nos va a volver a comprar. La fidelización de los clientes es una de las ramas del Marketing más importantes. Pensad en Apple, una empresa que ha conseguido adeptos, incluso fanáticos, de sus productos. Da igual el nuevo aparatito que saquen al mercado, habrá largas colas esperando adquirirlo.
Campañas de publicidad, ventas, promociones, regalos o encuestas son ejemplos de esta función, que cada día está más relacionada con el resto de áreas de las empresas.